"Boudoir: Fotografías más allá de la piel, forjadas a corazón y luz"

En México Hermosillo, en la bahía de Kino, el viento juega con el pelo de Gabriela mientras camina sobre la arena mojada y el agua acaricia sus pies. Con un vestido verde salpicado de manchas blancas, es una imagen que capta la esencia de la naturaleza y la feminidad fusionadas en un degradé perfecto de colores. Esta es una sesión de fotografía especial, en la que el Boudoir trasciende la piel y se convierte en un trabajo íntimo con Gabriela y su vestido de manchas.

Conexión con el mar y el alma:

El día de la sesión, estábamos intencionando con el mar, buscando que nos limpiara el alma, el corazón y la mente. Gabriela tenía un proyecto en mente que anhelaba materializar, pero se sentía insegura y confusa. Sin embargo, sabía que quería hacerlo. La sesión fotográfica en la playa creó un espacio para ambas, un espacio dedicado a ella misma, algo que a menudo olvidamos hacer en nuestras vidas ocupadas. Es un espacio para conectar con la naturaleza, los colores, el sol, el sabor de la sal en el aire, y para soltar las emociones reprimidas, aclarar la mente y vivir en el presente. Es un espacio para proyectar un futuro desde la seguridad femenina.

La esencia del Boudoir:

Esta sesión fotográfica es una manifestación de mi proyecto "Soy.LaMariposa", donde el Boudoir va más allá de desvestir la piel. Es un trabajo que busca capturar la intimidad en todas sus formas: la mente, las emociones y el contacto con entornos especiales para cada mujer. Es la creación de un espacio seguro donde ellas se puedan dedicar a sí mismas, donde puedan conectar con su ser interior, soltar cargas y renacer con fortaleza y seguridad en su feminidad.

El poder del arte y la luz:

Estas fotografías están forjadas con corazón y luz, más allá de lo físico. Capturan la belleza de Gabriela en un degradé de colores que se funden con el mar y el cielo. Es un arte que trasciende lo meramente estético y busca mostrar la esencia de cada mujer. Es una experiencia transformadora, una forma de reconocerse y verse con nuevos ojos, como Gabriela expresó al recibir sus fotos y reconocerse como una mujer que no había visto en sí misma antes.

Así es como el Boudoir se convierte en una experiencia íntima, poderosa y liberadora. Es una excusa para brindarle a cada mujer un espacio seguro donde puedan conectarse consigo mismas y con su entorno. Es una forma de crear con el arte, la luz y el corazón, capturando la belleza que va más allá de la piel.

La sesión fotográfica en la playa con Gabriela es solo un ejemplo de cómo el Boudoir puede ser una experiencia transformadora y sanadora. Es un recordatorio de la importancia de dedicarnos tiempo a nosotras mismas, de conectarnos con la naturaleza y de abrazar la seguridad en nuestra feminidad.

Así es como el Boudoir, a través de mi proyecto "Soy.LaMariposa", sigue creando fotografías que van más allá de la piel, forjadas con corazón y luz, para cada mujer que se atreve a reconocerse y volar libre.